Pluralismo y cultura de paz. El mensaje de los pueblos nativos para el mundo

Corría el año 2012 cuando conocí a Antonio Navarro en la librería Keops, justo antes de que iniciara su conferencia sobre el calendario maya, el significado de sus criptogramas y la interpretación de los patrones temporales plasmados en sus códices que le habían revelado los abuelos nativos con los que había tenido contacto directo en el transcurso de su vida.

            Con el devenir de su exposición pude percatarme instantáneamente que Toño no solo era un estudioso de la cultura maya, sino un practicante de los principios de ésta tradición; su conocimiento no le venía de lecturas de vetustos libros, sino de la experiencia adquirida en sus múltiples peregrinajes que había efectuado durante toda su vida al interior de comunidades nativas en donde convivió con ancianos sabios de tradición, líderes espirituales, chamanes y visionarios, a los que él llamaba con profundo respeto y devoción: "los abuelos".

            Antonio Navarro en el año 2010 definió su misión: salir de su ‘’Kalpulli’’ ubicado en San Isidro Mazatepec, Jalisco; para buscar foros, salones y ágoras en los que pudiera compartir el mensaje de paz para el mundo que los abuelos de tradición le habían entregado en el corazón de las montañas y que le habían pedido que llevara a las ciudades de asfalto que viven en constante lucha y tribulación.

            Los disímiles peregrinajes que Antonio Navarro hizo por diferentes países del mundo como México, Guatemala, Perú, Chile, Colombia, España, la India, etc., le permitieron absorber la sabiduría que los ancianos nativos compartían desde sus terruños y centros ceremoniales, ya sea alrededor de una fogata, en un ‘’Consejo de Ancianos’’, en un peñasco, en la cima de una montaña o en la ribera de un río.

            Al oír el mensaje que Antonio Navarro canalizaba de los abuelos nativos de tradición de diferentes tribus: Incas, Lakotas, Navajos, Koguis, Mayas, Wixárikas, Hindúes, entre otras; entendí ‘’ipso facto’’, que su mensaje originario era un mensaje restaurativo, un mensaje vivificador, un mensaje de esperanza... un mensaje de paz.

            El presente libro está organizado a manera de diálogos que he tenido con Antonio a través de los años, en los cuales me ha compartido las múltiples enseñanzas que ha recibido de diferentes abuelos de tradición con los que él ha convivido y que se han desprendido de los múltiples peregrinajes que ha hecho a diferentes comunidades indígenas en el devenir de su vida. En el texto se narran los mensajes que los ancianos de tradición han —y siguen— entregando al mundo desde sus círculos de dulce palabra; el libro también narra las prácticas de justicia restaurativa que emplean los abuelos líderes al sesionar en sus ‘’Consejos de Ancianos’’, a través de esquema de gerontocracia, en los que los adultos mayores sabios de los "calpullis" son los que toman las decisiones de la comunidad vigilando por el bienestar y la armonía social de la misma.

            Escuchar a un abuelo de tradición es un honor —me dijo alguna vez Toño— pues sus palabras están impregnadas de fe y de fuego… y no hay una persona foránea o del interior de la propia comunidad que al escuchar a un abuelo no quede conmovida. Al abuelo se le debe escuchar con devoción, pues ellos solo hablan cuando su mensaje es lo suficientemente importante para irrumpir la solemnidad del silencio.

Bienvenidos al corazón ígneo de la milenaria cultura indígena ancestral.

Pax inverencial.

Inlak’esh-Halaken.